viernes, marzo 18, 2011

El valor del sufrimiento

De un tiempo a esta parte vengo desarrollando una tesis: básicamente hoy no se valoran los malos ratos. Pareciera ser que nos envolvió la nube de la eterna felicidad y que hoy por hoy todos pretenden andar con una sonrisa de oreja a oreja inamovible, y que cualquier evento que atente contra ella y la desdibuje se transforma en algo crítico que debe ser erradicado.
Pareciera ser que hoy en día la gente tratara de construir su biografía en base a un cúmulo de álbumes fotográficos con los mejores momentos. ¿Y qué pasa con los malos momentos? Hay que extirparlos, o peor aún guardarlos bajo la alfombra o taparlos con arena en la playa, con el gran riesgo de que ante cualquier viento fuerte vuelvan a asomarse.
La razón de esta neo-ideología, se cimienta en 3 pilares:
Primero, la gente no quiere pasarlo mal. Eso es obvio, a nadie le gusta pasarlo mal; por ende existe la tendencia en todos y cada uno de los seres vivos a evitar el disconfort. Esa es la principal razón que ha permitido que la vida se desarrolle en el planeta y no merece mayor análisis.
Segundo, la gente quiere las cosas en forma inmediata. El principal demonio de nuestra cultura 2.0 es la inmediatez. En los albores del uso masivo de Internet, se usaba la conexión por módem que a su vez se conectaba al teléfono, siendo la conexión más rápida de 128 kbps. Todos vivían maravillados por tal adelanto tecnológico y a nadie le importaba esperar 3 minutos para que se cargara la página con el mail. Hoy en día si hubiese que esperar 3 minutos para cargar la página del mail, probablemente ese computador hubiese sido reiniciado al minuto y medio. ¿Cuál es el punto? Nadie está dispuesto a esperar, por ende, ante toda adversidad y problema o conflicto la gente espera que este se resuelva en forma inmediata. No en vano nuestros abuelos decían "hay que darle tiempo al tiempo", lamentablemente refranes como ese están en franco peligro de extinsión y casi ni se escuchan en las conversaciones. Y es así como muchas veces la gente toma malas decisiones porque no entiende que en la relaciones humanas el factor "tiempo" es un valor.
Y tercero, no se valora el sufrimiento como una forma de templar la voluntad. La gente olvidó lo que significa tomar una decisión; olvidó las consecuencias que implican el acto de decidir. Nadie quiere hacerse cargo de las decisiones que toma, por eso disfrazan las decisiones como sucesos azarosos sobre los cuales no se tiene ningún control. Es que la operación es sencilla, decidir implica necesariamente no elegir el resto de las alternativas y eso es lo que la gente olvida y no entiende. Ponerse un vestido blanco significa no andar con un vestido azul, verde ni rojo; doblar a la derecha significa no doblar a la izquierda y elegir estudiar medicina implica no entrar a estudiar derecho. ¿Y qué tiene que ver esto con la voluntad? Mucho. Porque la voluntad se templa cada vez que sentimos ganas de dar pie atrás en nuestras decisiones y sin embargo, seguimos adelante para ser consecuentes con nosotros mismos.
De esta forma podemos conjugar los tres factores para decir que para pasar por un mal rato hay que ser paciente y tener la voluntad de ser consecuentes. Situación que hoy no se da en lo más mínimo porque se prefiere vivir en una nube a crecer a partir de una mala experiencia. Y finalmente de eso se trata todo, de aprender y de crecer; curiosamente para ambas se requiere tiempo.
Las malas experiencias nos enseñan, nos forjan el temple y nos ayudan a encarar de mejor forma las visicitudes que aparecen. Pero, si la gente no se toma ese minúsculo tiempo en respeto a ellos mismos, ¿cómo pretendemos que esa gente no siga comentiendo una y otra vez los mismos errores?
Echemos un vistazo entonces a nuestra forma de vivir y eliminemos el mal hábito de insistir en solucionar todo al instante y más importante aún hagámonos responsables de nuestras propias vidas.

martes, septiembre 22, 2009

Suave

Suave empiezan a llegar nuevamente las ideas. Suave y lento como el agua que vuelve a fluir por un canal seco. Suave como las hojas que se caen de los árboles, suave como el olor que empieza a brotar en primavera.
Suave como cuando tu dedo me hace cariño en la espalda, como el susurro que acaricia mis orejas, como el sonido de tu voz cuando me habla. Como cuando se abren los ojos por la mañana del sábado, como cuando por el cielo una nube trota con parsimonia.
Suave como el aire que corre entre mi cara y tu cara, que se esconde entre tu pelo, también suave, y que vuelve a ponerse entre tu y yo.
Suave como el beso que nos dimos por primera vez, como el beso que hasta hoy tratamos de emular, como esa noche que se repite en mi cabeza cada vez que vuelvo a verte.
Así de suave vuelven las palabras a mi boca. Asi de suave cae la lluvia, en silencio como estaba, pero intenso como todo lo que ha pasado en este tiempo.

viernes, septiembre 11, 2009

Toque de queda

Hace 36 años que ocurrió un hecho lamentable producto de la suma de muchos otros hechos lamentables. No pretendo hacer un análisis de eso.
Sí quiero poner en el tapete otro punto. ¿Por qué si ya se acabo eso tenemos que seguir viendo en la tele que para unos pocos las cosas siguen igual?
Tal vez piensen que aún no ha habido justicia, pero ¿es justo para el común de los mortales como nosotros, que tengamos que refugiarnos antes de que el sol se ponga para evitar los desmanes que estos grupos hacen?
Hace más de 30 años que la gente hablaba del régimen del terror, y ¿acaso apoderarse de la calle a punta de neumáticos quemados y piedras no es tratar de infundir miedo?
Me da rabia que la gente tienda a relativizar las cosas y se adueñe de los derechos humanos, pretendiendo que este comodín corre para ellos y sólo hace 30 años y nunca más.
Lo siento, vayanse a la cresta, es mi derecho poder pasearme por la calle a la hora que se me antoje. Es mi derecho no tener miedo a sufrir los efectos colaterales de un "guerra" que no me pertenece, y que, hay que decirlo, le pertenece a bien pocos.
Somos 16 millones de personas y es el colmo que tengamos que escondernos nosotros, los buenos. Hasta donde yo sabía, los malos se tenían que esconder. Y es que la cuestión es bien simple, o nosotros, los buenos, nos emepzamos a hacer respetar y le exigimos a nuestras autoridades hacer respetar nuestros derechos o simplemente nos resignamos a tener que vivir en las catacumbas. Yo voto por lo primero.
Para eso necesitamos que nuestros gobiernos actúen con decisión, y dejen de temer las reacciones politicamente incorrectas por actuar de un modo politicamente correcto. O sea, para qué seguir avalando actos de protesta y repudio a un régimen donde su miembro mas insigne está muerto, y para qué seguir endiosando a un tipo tan adicto al poder y soberbio como el que le siguió.
Una cosa es la memoria histórica, otra cosa es la historia tergiversada que se ha entregado de forma parcial victimizando a unos, endemoniando a otros, donde nadie se hace cargo de sus responsabilidades. Eso, no ayuda a la "reconciliación", eso ayuda a engendrar odio, aún más.
Por eso creo que lisa y llanamente, la clase política debiera pasarse por la raja cualquier acto conmemorativo al 11 de septiembre, o si no es poner más bencina para quemar neumáticos.
Con respecto a los pungas que se toman las calles, distan mucho de ser sólo flaytes. Los flaytes se ven los fines de semana cuando salen los partidos de ciertos clubes, ellos no queman neumáticos, no se toman la calle, ni tiran panfletos. Estos tipos, son gente que lee, organizada, gente que se llaman a sí mismo como "revolucionarios". Entonces, aquí el problema es doble. Una juventud que esta recogiendo propaganda y que reacciona en forma violenta ante una frustración impune y por otro lado, una fuente que genera la propaganda. El asunto es que se produce una paradoja. A la autoridad le molesta la violencia, pero no puede reprimirla, porque se opone a su raíz. Le conviene la propaganda que hace emerger estos grupos, pero actuar contra ellos es pisar la cola de su mayor bandera de lucha: los derechos humanos.
Los derechos humanos son de todos, no de unos pocos, no son adosables a un sector político. Asique, ¿por qué no se ponen los pantalones de una buena vez y dejan de permitir que vivamos en toque de queda?

sábado, abril 18, 2009

Ciencia y alma

Desde un tiempo a esta parte vengo considerando cada vez más la idea de la falta de alma con que la sociedad se desarrolla. Creo que hubo un punto de inflexión en el que las cosas dejaron de ser tangibles y a la vez inmateriales pero vivas, para darle paso a una vorágine de empirismo que se alimenta de un "cifrismo" inerte y totalmente llano.
Antes las cosas solían tener más de arte. Hoy todo existe sólo en los márgenes de lo técnico y lo comprobable. Antes las cosas tenían artesanía, observación y espíritu, alma. Las cosas tenían vida propia y dialogaban con quienes las decubrían. La técnica dominó al alma. Hoy todo gira en torno a porcentajes, a gráficos y números insípidos.
Creo que esto es porque el enfoque de las sociedades occidentales, en su mayoría, gira en torno a valores absolutos incluso cuando se trata de propiedades cualitativas. Es como si todo tendiera a los "cuantos".
Existe una frenética desesperación por vivir con un norte que se forja en blancos y negros, que no da cabida a matices y que se empeña en crear un pensamiento colectivo convergente.
¿Por qué digo esto? Lo digo porque la ciencia desplazó completamente al alma y en ese momento, la segunda quedó relegada al plano astral, místico y paranormal. En algún momento de la historia se produjo esta nefasta disociación y a partir de ahí, la ciencia misma murió.
Creo que la escencia de la ciencia, precisamente está en darle un significado al alma, por eso es que ambas deben ser armónicas e ir de la mano. Porque donde el alma se inquieta entonces, la ciencia trata de explicar y si la ciencia no explica, el alma apacigua a la ciencia para volver al equilibrio. Pero si la ciencia, como ha sucedido, mata al alma, entonces la técnica nace para reemplazar al alma y la técnica como es áspera, desgasta a la ciencia en vez de nutrirla. El resultado de esto es una ciencia que se inmiscuye en los recovecos más recónditos del pensamiento y comienza a carcomer el status quo del pensar. Cae en remolinos, en agujeros negros y laberintos indescifrables que no llevan a ningún lado.
Se olvidó la sencillez de la pregunta, y se empezó a buscar cosas cada vez más rebuscadas. Hoy el pensamiento está amarrado y es llevado como el ganado hacia el matadero por un curso único e incuestionable. Se irguieron los muros infranqueables del conocimiento y se tornaron en pesadas moles que ahora debemos llevar a cuestas y que impiden movernos con libertad en el campo del pensamiento y del conocimiento. Las universidades poco han hecho para fomentar el espíritu crítico porque, claro, es más fácil caminar por donde otros ya han pasado antes.
Hubo un tiempo en que las cosas no eran así, en que la mente nadaba con libertad, preguntaba, cuestionaba y se respondía. El alma y la ciencia eran uno, y el error no existía porque no había una pauta inamovible y rígida. Las cosas eran más bien como una banda de jazz, donde las notas fluyen y nunca hay nada pre establecido, donde una canción, sin importar el número de veces que se toque, nunca es la misma y donde el único límite es la propia imaginación.
No existe la verdad, existen verdades. No hay una solución, hay varias. No hay una fórmula, hay tantas como personas habemos en este mundo. Teniendo esto como premisa, volveremos a los días en que nuestras palabras no eran una anotación al pie de página de las palabras del resto. En esos días en que los dioses no eran el empirismo y la estructura, sino que eran el alma y el fondo. Volveremos a tener como centro al ser humano y no a la técnica. Porque la ciencia antes que todo, es humanismo.

martes, noviembre 04, 2008

Extractos

Día Británico... porque las cosas están por el lado contrario al que funcionan normalmente, porque los autos circulan por la izquierda, porque de pronto una niebla intempestiva se apodera de la calle, porque el día es más oscuro, porque la gente viste de gris, porque todos caminan con las cabezas gachas. Porque la lluvia se vuelve torrencial, porque la música que suena es característica y tiene un sello único, porque los dramas se viven más intensamente, porque los edificios crecen y las calles son más largas, porque la ciudad se agranda y las cosas se vuelven más etéreas...
"Aquello todo tan rápido, tan viviente,inmóvil sin embargo, como la polea loca en sí misma..." (10/06/2007)

En fin, cuando las vueltas de la vida deciden poner fin a algo, podemos caer en la desesperación... pero ahi uno se encuentra con la dichosa condición de ser humano que poseemos y que nos permite decidir qué hacer al respecto... Yo por mi parte ya tomé mi decisión, y es que me considero lo suficientemente despierto como para entregar mi vida al destino, y me rehuso a ver mi vida como si se tratase de la de alguien más en un reality show, donde la única opción que se baraja es ver la televisión... No quiero verme en la tele...
Es increíble, no me canso de sorprenderme de cómo las decisiones mas pequeñas resultan en hechos completamente relevantes, las consecuencias... Vivir a veces es la cagá... (09/06/2007)

Me quedó mirando y me hundió en una piscina, pasaron como mil voltios através de mi cuerpo y me morí.Tratando de ignorar ese hecho intenté salir corriendo y me percaté que cuando uno se muere es algo definitivo, y que lamentablemente no te puedes mover.Me faenaron, me cortaron la cabeza, me sacaron los ojos, me cortaron las patas y ahora festinan de mi cuerpo...
Me quedó mirando y me quitó la prueba con cara de superioridad, la miró y movió la cabeza de lado a lado, sentí que me moría. Tratando de ignorar ese hecho intenté incorporarme pero sentía cómo las miradas de la gente que me rodeaba se depositaban sobre mí como capas de cemento que impedían que me moviera. Me faenaron, me cortaron la cabeza, me sacaron los ojos y me arrancaron las manos y ahora festinan de mi desgracia...
Un estudiante no es tan distinto de un cerdo del matadero... (22/05/2007)

No mucho que decir, es lunes... Los lunes siempre son opacos, más aún por el hecho de venir después del domingo y del sábado... Sólo un Lunes, los Lunes se empiezan las dietas, se empieza a trabajar, los lunes dictan el principio de los cambios... Pero este Lunes no tiene nada... es sólo un día más... En la radio suena una canción, miro por la ventana y miro cómo los autos avanzan sumisos al ritmo de la canción de fondo... Es como ver una película con un buen soundtrack...
La construcción de al lado de mi departamento sigue avanzando, la gente vuelve a sus casas desde la Universidad, las micros se llenan como todos los lunes... el día está lánguido, y la única razón que encuentro es que es Lunes...
Lo mejor de los lunes es que sólo duran 24 horas... aunque a veces pareciera que es más... (14/05/2007)

La ciudad... la ciudad es un ente, tiene vida propia, es un sistema, nuestro habitat. Oh! gran genio este weon dirán Uds. pero, pocas son las veces en q reflexionamos q cual animales, es ahí donde nos desenvolvemos.Hace un par de fines de semana, descubrí la cantidad de historia q puede llegar a albergar un espacio de no mas de 5 cuadras.Ese fin de semana, m trajo a la memoria una pelicula... Crash.En ese fin de semana se entrecruzaron las historias de 5 personas de tal manera q cada decision q uno tomaba afectaba al otro... directamente y a corto plazo... creo q fue una síntesis de lo q significa el tomar decisiones en la vida.Porque despues de todo, las palabras, siempre encuentran una pared en la q rebotan y se devuelven...Ese fin de semana, las historias paralelas fueron consecuencia de las decisiones q se tomaron individualmente y producto de circunstancias únicas. Sinceramente, ese fin de semana ví como la vida pasaba en un par de días.Fui testigo de cómo deciciones drásticas y opuestas llevaban a caminos eqivalentes e incluso muchas veces terminaban en el mismo. Ese fin de semana, la vida se me presentó como el escenario de una teatro en el cual la gente entra o sale de escena y la escenografía siempre es la misma...La ciudad, todas las noches somos testigos del momento en q la oscuridad pasa a llamarse noche... qizas en muchas de esas, fuimos protagonistas de una de las tantas historias... La ciudad, ese organismo q se asemeja tanto a un ser vivo... No pasa de ser un concepto... pero vaya q concepto... en fin... (30/10/2006)

Es un hecho, para uno las cosas del otro siempre son mejores que las nuestras... será un reflejo de nuestra necesidad de competir y sentirnos mejores que el resto?Por eso se desea la mujer de tu amigo, o quisieras tener el auto que tiene el otro. Lo nuestro nunca es suficiente. Pero, creo yo, si tuvieramos la oportunidad de extraernos de nosotros mismos, y no nos vieramos como un "yo", sino como un "él", entonces quizas nos envidiaríamos a nosotros mismos.Pero seamos sinceros, cuándo nos abstraemos de nosotros a tal punto?Si siempre es más entretenido sentirnos parte de nosotros mismos, siempre es más entretenido poder sentirse mal uno y no el resto porque esa sensacíon de desvalidez en lo más intimo de nuestro ser nos alimenta con esa auto-compasión que es tan necesaria para sabernos seres sufrientes y dolientes, más que seres pensantes...Claro, pues si nos sintieramos seres pensantes, no podríamos justificarnos ante nuestros arrebatos e impulsividades. Esa emocionalidad que nos da la autorización a ser irracionales...En mi opinión, son patrañas... mind over body my friends, mind over body...La emocionalidad es sólo otra excusa... esa excusa que viene con free pass... con free pass y con cover... Tal como las promociones de entrada a un pub... te tomas dos o tres "emocionalidades" (cover) y ya tenemos permiso para mandarnos la cagada que queramos, después de todo, estabas borracho... no fuiste tú, fue tu emoción... (23/10/2006)

¿Quien no ha recurrido a algún alter ego alguna vez, para poder saciar su inconformismo consigo mismo o con el resto?¿Por qué no tener un "otro yo" que haga el trabajo sucio por nosotros?Pero cuidado, cuidado con que nuestro alter ego tome el control de nuestra vida y nosotros nos convirtamos en su alter ego. Seria raro que nosotros mismos fueramos el universo paralelo de quien nosotros consideramos nuestro otro yo.En fin, da para pensar muchas cosas...Recuerden, si tienen un otro yo, haganlo saber a alguien más... solo en caso de emergencia... (27/09/2006)

Hoy es una de esas noches en que la luz se confunde con la oscuridad y ambas forman un manto continuo, asemejando un espejo que refleja el cielo estrellado, y donde los faroles de la calle son las estrellas que iluminan a una que otra pareja que se esconde en la complicidad que esa tenue isla entrega. Es de esas noches en que a tus rápidos pasos se acompañan de un jadeo producido por la falta de aliento. Mientras jadeas, ves como sale ese vaporcillo por tu boca, el cual choca con tu cara y lo sigues con tu vista hasta que termina de desvanecerse. Enciendes un cigarrillo, aspiras y aceleras aún más el paso, porque el frío del ambiente cala tus huesos, y a medida que el cigarro se acaba, menos sensibilidad tiene tu mano.Mientras caminas, una melodía lánguida y melancólica penetra en tu mente y comienza a rescatar esos recuerdos que tenías al borde del abismo, listos para desecharlos y no permitir que vuelvan a aflorar. Simultáneamente, y casi en forma automática, tu paso vuelve a desacelerar, y prendes otro cigarro. Tu mente, comienza a divagar, y los pensamientos una vez más te abruman, y al parecer el humo que exhalas del cigarro se va a tu cabeza, para hacer más difícil el acto de caminar-fumar-pensar.No sientes las manos, y una tenue neblina, incipientemente, comienza a inundar la ciudad, que, cada vez con más resignación, se duerme a la luz de las tinieblas. (22/08/2006)

Q hay de las respuestas viscerales??, justifican, o pueden llegar a hacerlo, nuestras acciones?? Son un pasaporte a la irresponsabilidad, a la inconsciencia???En estos casos, como en muchos otros la línea que separa una cosa de otra, es muy delgada... (29/04/2006)

Un hombre caminaba junto a mi, al mirar al cielo, quedo cegado por el sol; entonces deseo un lugar en el cual el sol no le molestara... Asi fue, llegó a un lugar en el que siempre era noche. era feliz, pues miraba al cielo y no se encandilaba, entonces, un dia caminando cayo en un hoyo porque no lo pudo ver; entonces deseo un lugar en el que hubiese luz, pero no tan intensa como la del sol... Llego a un sitio en el que estaba siempre nublado. Al estar viviendo un tiempo ahi, se dio cuenta de que siempre tenia frio, deseo esta vez, un lugar con luz, pero que no hiera frio como en el anterior. Llego al mismo sitio del principio, era feliz, pero mientras caminaba, un día, miró al cielo y se enceguecio... (28/02/2006)

miércoles, marzo 05, 2008

La historia

CAPITULO UNO: TODO ANTES DE UN BESO
Cuando finalmente la pudo ver a la cara después de armarse de valor, agradeció que la oscuridad del lugar fuera el cómplice perfecto para ocultar la vergüenza que se expresaba a través de sus mejillas sonrojadas. Segundos más tarde una lluvia de recuerdos lo invadió y ató todos los cabos sueltos de la historia que protagonizaban. Recogió cada una de las migajas de pan que ella, tan conciente e inconciente, dejaba en el camino que los tenía uno frente al otro en ese momento. Las palabras que salieron de su boca, a pesar de haber sido cuidadosamente escogidas, se atropellaban con torpeza y reflejaban la incomodidad que los abrazaba tan tiernamente. Por fin los mensajes subliminales implícitos en tantos cómodos silencios parecían cobrar el sentido que tenían. Los peldaños en los que estaban sentados fueron los primeros testigos de lo que a continuación ocurriría...

CAPITULO DOS: LA CIUDAD AJENA
La luz incipiente de la mañana llegaba junto con la sonrisa que se regalaban mutuamente. Caminaron unas cuantas cuadras antes de que él se percatara que sus manos se coqueteaban con los pulgares. El sueño era el peor enemigo en ese momento sin embargo, al llegar cada uno a su destino se convirtió en el mejor aliado de la imaginación y la memoria.
Al dar el mediodía una canción resonaba en su cabeza y le dibujaba una sonrisa desde adentro hacia afuera, que hacía la perfecta pareja con el cielo semi nublado que inusualmente acompañaba esos días de diciembre.

CAPITULO TRES: LA FRÍA INDIFERENCIA
Hacía calor y, a pesar de que sus manos se acariciaban, un halo dubitativo la circundaba. Su indecisión lo confundía y el tiempo decidió obrar en favor del suspenso. Cada vez que se vieron esquivaban las miradas de complicidad que gritaban por salir de los ojos de cada uno. Fue como el tiempo que transcurre mientras se duerme en un viaje: al despertar simplemente no sabía en qué punto se encontraba.

CAPITULO CUATRO: TARDE
El verano se acababa y el retorcido juicio del destino estableció que se vieran a diario e involuntariamente. Cada uno se miraba de soslayo y la rabia crecia calladamente en ambos. El vuelco fue tan inesperado como ya era costumbre entre ellos, y como ya había sido establecido, el tiempo optó una vez más por el suspenso. La gratificante espera se manifestó una tarde cuando caminaban y en un arranque de valentía él tomó su mano para hacer que ella se volviera. Su emoción era enorme y cada uno de esos viejos y empolvados silencios resucitaron. Nuevamente, el ingenio relució para decifrar las miradas que ella lanzaba furtivamente. Sentía una compañía cálida y cada vez que la recordaba su corazón latía con paz y una enorme tranquilidad...

CAPITULO QUINTO: CRÓNICA DE UN QUIEBRE ANUNCIADO
Era un lunes en la noche, hacía frío y las palabras de ella le sonaron como si un ventanal gigante de pronto se desplomara. Era todo. Sabía que ese día venía, su mente estaba relativamente preparada para eso; ya había sobrevivido a algo similar antes. Pero, ¿y su corazón? ¿Cómo lo preparas si de pronto te ves como si hubieses sacado a ventilar todos los muebles de la casa cuando cae intespestivamente una lluvia torrencial que empapa hasta los recovecos más inaccesibles del sofá? Fue una noche en que hacía frío y la visceralidad lo rodeaba y lo ahogaba.

CAPITULO SEIS: ESA FRÍA NOCHE
Esa noche se repitió una y otra vez. Venía como la sombra que la noche trae. Otra vez venía. Los pensamientos lo traicionaban. La nostalgia lo atacaba haciendo ese maldito trabajo. Otra vez llegaba la noche y se acompañaba siempre de un piano triste. Otra vez llegaba esa noche con ese persistente dilema. Otra vez venía la noche y su conciencia fluía redundante y majadera como el humo del cigarro que se impregna en la ropa. Otra vez venía y se acompañaba de la ventisca de pensamientos turbulentos y sentimientos llenos de inseguridad e incertidumbre...

CAPITULO SIETE: TARDE OTRA VEZ
Llegó el momento en que el ciclo se completaba una vez más y los dos, ignorantes el uno del otro, se miraban nuevamente envueltos en una atmósfera de incomodidad. Sin darse cuenta él se encontraba recogiendo las migas que ella, esta vez más inconcientemente, había dejado dispersas. Se miraban una vez más con el aire que se interponía entre sus cabezas en franca disminución. El escenario se repetía y las claves eran familiares. El sabor del momento era fresco y todos los capítulos se paseaban detrás de sus ojos mientras ella mordía nerviosa sus labios. El tiempo había pasado, pero al parecer nada había sido en vano, porque ese momento era suyo y sería así por quién sabe cuánto tiempo más...

jueves, enero 10, 2008

Amor y trascendencia

De todos los móviles del ser humano, creo que hay dos que son los mas importantes: el poder y el amor; porque son los dos que apuntan hacia una de las necesidades espirituales más grandes del hombre, que es la trascendencia. Es por la trascendencia que el hombre forma una familia, tienes aspiraciones, porque busca darle perpetuidad a su paso por la tierra. Los hijos, son la continuación del hombre, es la sangre de la propia sangre. El éxito es lo mismo, es la obra del ser humano concretizada, llevada a cabo y es sinónimo de la capacidad del hombre para emprender y lograr un fin. En el fondo, esos son los argumentos que pavimentan el camino del hombre a la trascendencia.
El problema que tienen estos dos móviles, es que como ambos apuntan al mismo fin, tienden a confundirse, porque, a mi parecer, son excluyentes el uno del otro.
El móvil del poder, lleva al hombre a tener la falsa sensación de superioridad, y es ahí, cuando se deja de reconocer al resto como iguales, cuando se cometen las atrocidades de las que somos testigos a diario. Un hombre que deja de ver al resto como iguales, es capaz de tolerar una distribución desigual de recursos, es capaz de caer en faltas a la ética, es capaz de priorizar entre vidas que tienen un mismo valor. El camino del poder es sinónimo de ambición, es sinónimo de hacer lo que sea necesario con tal de llegar a una meta a expensas del resto, porque como no se ve a todos iguales, empieza a aparecer gente que es consideradada como dispensable en el camino y que por lo mismo no es necesaria.
Un camino de amor en cambio, nos sitúa a todos al mismo nivel por lo que todos son importantes para lograr la trascendencia que se pretende alcanzar. Un camino de amor no prioriza entre iguales, porque asi como el poder es un camino egoísta -porque el poder no se comparte- el amor se acompaña de altruísmo, entrega y solidadridad, porque el amor es contagioso. El amor es compartir.
El amor es lo que motivó a gente como Ghandi, a gente como muchos Santos, al mismísimo Jesucristo, y todos ellos trascendieron por la misma razón: por amor a sus iguales. Como ya dije, el amor es contagioso y de los pequeños guiños de entrega desinteresada, es que el amor pasa de una persona a otra. El problema es que estamos tan acostumbrados a no ver las cosas importantes, que ante nuestros ojos pasan muchas veces desapercibidos todos esos momentos en que el amor se hace presente y nos rodea, y desperdiciamos la oportunidad de recirbirlo y entregarlo para que el mundo se llene un poco más de amor.