martes, abril 10, 2007

Antes de dormir

Esta noche cierro mis ojos pensando en ti. Me duermo imaginando que caminamos como siempre y despierto viendo cómo te despides para ir a hacer tus cosas.
Camino por la calle creyéndote al lado mío y te converso entre mis pensamientos. Respondes con una sonrisa dibujada en tu cara, que se trasluce tímidamente entre tu pelo.
Te huelo, y me sonrojo cuando escucho esos silencios a los que siempre hago referencia. Trato de seguirte a donde vives, pero no puedo hacerlo.
A veces te quiero cerca y otras veces lejos, para no dormirme en la rutina y conquistarte todos los días.
La inspiración se acaba, las palabras se agotan, y la frustración crece por no poder reflejar en el papel todo lo que quisiera.
Las líneas que siguen rellenan espacios en blanco como si cada espacio que no fuera llenado, significase falta de cariño. Equivocadamente pienso que mientras más largo escriba, más cariño demuestro. Pero la impotencia de no poder encontrar todas las palabras que quisiera me hacen sentir un tanto culpable por no ser capaz de expresarme.
De pronto recuerdo que las palabras no necesitan decir todo...
Lo único seguro e incuestionable es que al dormirme te quiero; al despertar, aún te quiero; y al escuchar el silencio... más de ti me acuerdo.